La principal causa de muerte en España es la parada cardíaca, con una media de más de 40.000 paradas anuales y un índice de supervivencia inferior al 10%. Sin embargo, que esta última cifra cambie positivamente está en las manos de todos nosotros.

El Desfibrilador es un dispositivo de cardio protección que salva vidas y que la mayoría de la población desconoce o cree, erróneamente, que es un equipo exclusivo de los equipos sanitarios y de emergencias. Y nada más lejos de la realidad, el DEA (desfibrilador) es un equipo que no requiere ningún tipo de conocimiento específico para ser utilizado y que puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.

 ADIEMED, como distribuidor de equipamiento médico, dispone de una línea de negocio y de producto específica de cardio protección, y como distribuidor exclusivo de la línea Samaritan de HeartSine, es responsable de tramitar los informes tras el uso de un desfibrilador. Las probabilidades de supervivencia en una parada cardíaca si interviene un desfibrilador aumentan notablemente.

¿Cuál es el problema entonces?

El desconocimiento es el factor principal que suele llevar a la inseguridad y al miedo; “no sé como se utiliza un desfibrilador”, “¿y si lo hago mal y el desfibrilador mata a la persona?”.

Y aquí es donde hace falta más formación general para generar consciencia social. Lo primero que hay que tener claro es que un DEA (desfibrilador) no puede matar a una persona sino todo lo contrario. Los desfibriladores están diseñados para que los pueda usar cualquier persona; tienen una iconografía muy clara con todos los pasos que hay que seguir además de un sistema acústico de guiado que indica en cada momento lo que hay hacer.

Un desfibrilador, de forma automática, valora si la víctima necesita o no una descarga y, aunque se intentase forzar la descarga, el DEA no lo permitiría.

Por tanto, el primer mensaje que hay que transmitir es: un desfibrilador no puede hacer daño a nadie por un mal uso porque el mismo equipo tiene un sistema de protección.

 La ratio de desfibriladores por persona en España es de cinco equipos cada 10.000 personas aproximadamente. En Estados Unidos, el índice de supervivencia es del 50%. ¿El motivo?  no sólo tienen más desfibriladores por persona, sino que además existen escuelas de formación en salvamento, en las cuales puedes aprender cómo realizar una RCP correctamente, que es la parte más difícil y no menos importante a la hora de salvar a una víctima por paro cardíaco.

Por tanto, la segunda conclusión que sacamos con las cifras comparativas entre España y otros países con un índice muy superior de supervivencia en casos de parada cardíaca, es que hacen falta muchos más desfibriladores en nuestra sociedad y formación de base en RCP.

Si hubiese una red de desfibriladores mucho más amplia y más gente con formación básica en RCP podríamos aumentar la tasa de supervivencia de forma muy significativa.

Consciencia Social

Desde hace ya unos años estamos acostumbrados a ver unas vitrinas, normalmente de color verde, que contienen un equipo (un desfibrilador) en instituciones, gimnasios, piscinas públicas y algunas plazas de poblaciones menores, en entornos rurales, además de verlos, evidentemente en centros de salud.

Hace unos cuantos años, no existía la normativa que obliga a tener extintores en los edificios de viviendas y ahora es algo que no sólo vemos con normalidad, sino que en caso que no lo haya, nos genera preocupación.

La posibilidad de que en un edificio de viviendas exista un desfibrilador, es algo que se debería ver normal atendiendo a las cifras que arrojan los servicios de emergencias respecto al número de paradas cardio respiratorias y más aún, considerando el coste que tiene un desfibrilador.

El coste de un desfibrilador, contrario a lo que uno podría llegar a pensar, es algo perfectamente asumible y especialmente en términos de una colectividad. Desde ADIEMED, además, ofrecemos diferentes opciones, modalidades de pago y facilidades para atender las diversas necesidades del mercado.

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